Garitas Vacías: el conflicto del transporte que parece no tener fin

HRSando
29 min readJul 8, 2020

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por Rodrigo Sandoval y Micaela Ponce

Todo se mantiene quieto. Las garitas vacías. Los colectivos inmóviles. Los barrios alejados. Trabajadores de distintos rubros padeciendo las bajas temperaturas. Empleados de la ex transportista con un futuro incierto. Preguntas sin respuestas. Problemas y propuestas sin solución concreta. ¿Y la situación?: Urgente.

Dársenas también se encuentran desiertas hace casi 60 días (Gentileza Ariel Oses)

USUARIOS, UNA VOZ MÁS QUE AUTORIZADA

El servicio de transporte público es una prestación fundamental en la vida cotidiana de la sociedad. Es que, para muchas personas, funciona como única forma de movilizarse, mientras que para otras es la más económica o la opción que las resguarda del clima, entre otras tantas razones.

Sin dudas, las personas usuarias del servicio no son ajenas al conflicto que existe entre la última empresa transportista, 18 de Mayo, y el Municipio de Roca, poder concedente del servicio. Son alrededor de 10 mil usuarios diarios los que se movilizan a través de este medio de transporte. Y pese a la cuarentena por COVID19, que establece un Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), el ciudadano de a pie sufre en carne propia la falta de esta prestación.

“Hoy en día me conformaría con utilizar el transporte para no pasar frío y no arriesgarme al virus. Muchas personas del barrio se trasladan a su trabajo en bicicleta porque vivimos a más de 5 kilómetros de la ciudad y al parecer ningún gobernante es consciente que a las 6 de la mañana tenemos que padecer las temperaturas bajo cero, mientras ellos se trasladan en lujosos automóviles con calefacción”, cuenta Patricio Ventura Vargas Pino, vecino de barrio La Rivera de General Roca. Trabajador albañil y de “changas”, fiel usuario del transporte en la ciudad. Utiliza el colectivo por dos motivos importantes: por un lado, es su única movilidad para la llegada a su lugar de trabajo y, por otro, es responsable de la salud de su esposa insulina dependiente.

Entre los vecinos más afectados por la falta de transporte público también se encuentran quienes viven en el histórico “Paso Córdoba”. El barrio que cuenta con el Área Natural Protegida es uno de los tantos barrios que sufre la falta de transporte y, más aún en un contexto de pandemia, debido a los casi 15 kilómetros que lo alejan del centro de la ciudad.

“Estoy viviendo una experiencia malísima estando sin transporte. Vivo en Paso Córdoba pero trabajo en el centro y, actualmente, no puedo ir a mi casa. Durante el día me tengo que quedar en barrio Noroeste en la casa de mi mamá. Trabajo cuidando un abuelo discapacitado, quien no tiene hijos, ni señora, es solito”, explica Gabriela Zapata quien vive allí y trabaja en el casco céntrico de General Roca.

Otro de los sectores más afectados es el que contempla a las personas que se movilizan a los establecimientos educativos de la ciudad. En este sentido, Agustina Peche, vecina del Barrio Alto Verde y estudiante del Profesorado de Primaria, utiliza este medio todos los días. “Para ir al colegio primario y secundario siempre usé el colectivo. Algunas veces iba y volvía caminando, ya que no me quedaba tan lejos, pero para movilizarme hasta el instituto siempre lo tengo que hacer en colectivo”.

El transporte urbano de pasajeros es un medio fundamental para la comunidad educativa de General Roca y, más aún, para el estudiantado del Instituto de Formación Docente debido a su lejanía del centro de la ciudad. “Por suerte puedo tomarme el cole en la esquina de casa y me deja en la esquina del Instituto. Aún así, para darte un ejemplo: una amiga que vive en Stefenelli, toma el cole que pasa por allá y en las dársenas se tiene que tomar el de Aeroclub. Tenía mucho gasto por mes, pese a que tenemos descuento por ser estudiantes de nivel terciario. A principio de año había averiguado para comprarse una moto, que también es otro gasto. Y bueno, en bici es imposible, tenés 7km de distancia sólo de ida”. explica Agustina.

Más allá de que la situación es crítica para los 73 empleados que contemplaba la empresa desadjudicada, también lo es para sus usuarios diarios como este vecino de la Rivera.“Los primeros días del mes, un taxista conocido me ofreció un precio particular. Me cobraba $2500 semanales hasta el lugar de mi trabajo. Ya la tercer semana se me hizo imposible pagar y por eso tuve que conseguirme otra movilidad. Mi patrón me consiguió una moto prestada, pero con el tema de los controles siempre ando al límite. El gobierno municipal no piensa en la gente, solo piensan en ellos”.

Ejemplos como el de estos vecinos abundan. Son quienes encuentran en el transporte público su única forma de movilidad y, tienen que buscar otras alternativas. “En mi familia, tanto mis hijas como yo, utilizamos el colectivo. En mi caso, de lunes a lunes; mientras que ellas lo usan, al menos, 2 veces por semana. No solo es fundamental para nosotras, sino también para el resto de mis vecinos. Conozco mucha gente de mi barrio que hasta perdió el trabajo por no poder movilizarse”, argumenta Gabriela.

Para quienes utilizan el colectivo para movilizarse hasta sus lugares de estudio, el transporte público es utilizado de lunes a viernes, desde Febrero a Junio y de Agosto a Diciembre, que son los meses de clases. Sumando que ocasionalmente suelen utilizarlo durante los fines de semana para otro tipos de traslados.

Actualmente la actividad en los ámbitos educativos se están desarrollando por medios virtuales, estudiantes como Agustina no imaginan una cotidianidad con el servicio parado. “Durante un día normal, sin la situación de la pandemia o flexibilización de la misma, puedo trasladarme a la ciudad en taxi, ocasionalmente en el vehículo familiar o caminando, dependiendo de la distancia o el horario para más seguridad. Pero si tengo que pensar en ir al instituto es otra historia. El año pasado, los días que había paro y teníamos clases no podíamos ir. Teníamos que avisar nuestra inasistencia y eso era un lío”, fundamenta la estudiante.

Pese a estas complicaciones, estos usuarios consideran que es justo el reclamo por parte del personal de 18 de Mayo. Asimismo, tras una encuesta (realizada por esta investigación) a las y los vecinos de la ciudad, el 77,6% de los votantes manifestaron que están de acuerdo con la retención del servicio en la ciudad.

Siguiendo con los resultados de la encuesta realizada, al proponer qué cambios y/o mejoras haría el usuario en el transporte, algunas de las respuestas obtenidas fueron: mayor frecuencia de colectivos, incorporación de la tarjeta SUBE, extensión de los horarios, precios accesibles, higienización del servicio, entre otros.

“ALGO HABRÁN HECHO”

Es vital comprender que, de acuerdo a los diferentes conflictos económicos-financieros que se han ido manifestando durante los últimos años, el transporte urbano de pasajeros a nivel nacional está atravesando una situación crítica, y nuestra región, específicamente la Empresa contratista “18 de Mayo” de la ciudad de General Roca, no es la excepción.

Si nos remontamos a los hechos y a las pruebas históricas, General Roca, en sus últimos treinta años, contó con la presencia de tres grandes empresas que tuvieron al mando el transporte en la ciudad. No hay una sola calle de tierra o asfalto, no hay un solo pasaje, un barrio o un solo puente que no haya sido conectado por las empresas Siete Lagos, La Balsa, y en estas últimas décadas, 18 de Mayo.

La Empresa de Transporte Urbano de pasajeros 18 de Mayo firmó su contrato de concesión el 4 de enero del 2002 con la presencia del intendente municipal de aquél entonces Ricardo Sarandría, el Secretario de Gobierno de Coordinación General Carlos Rodríguez y personal de la misma empresa representada por María Milagro Pardo de Castillo, Juan Ramón Manuel Castillo, Mónica Patricia Bajo y Alberto Oscar Moyano.

Entre los ítems principales de la ordenanza a destacar se menciona que el transporte es considerado como servicio público esencial, por lo tanto, no puede ser suspendido sin autorización previa del Municipio bajo el contrato; que el Municipio de la localidad es, a su vez, el único responsable de dictar las ordenanzas o resoluciones convenientes para optimizar el servicio, fijando las tarifas, recorridos, extensiones, nuevas líneas, etc; y que, el plazo de duración de dicha concesión partía de la fecha en que se firmó por durante ocho (8) años con opción de prórroga a favor del Municipio por dos (2) años más. La única salvedad, es que ésta prórroga debía ser notificada a la empresa contratista con una anticipación de 120 días corridos a la fecha de vencimiento.

Cabe destacar que ese mismo año, el 17 de abril del 2002, la Empresa presentó una serie de modificaciones de la resolución 396/2002 de dicha ordenanza. Por primera vez y luego de 10 años las tarifas del boleto aumentarían debido a que los componentes básicos del costo del pasaje (como el combustible, los repuestos e insumos de los vehículos, entre otros), habían sufrido un alto porcentaje de aumento.

Siguiendo con la línea del tiempo y llegando al fin del contrato, el 5 de marzo del 2010 la Empresa 18 de Mayo presentó un expediente al ente Municipal con la finalidad de aclarar que el plazo había vencido el 4 de enero del mismo año, aclarando, además que en su momento fue la única quién realizó una fuerte inversión en el transporte asumiendo los compromisos financieros durante dos años más. La Contratista pidió a Carlos Soria, intendente municipal de aquel entonces, que se extienda el contrato por seis años más hasta enero del 2018.

Con respecto a los artículos 6 y 7 de la ordenanza, la Dirección de Tránsito y Transporte del Municipio aclaró que durante esos años “no sucedieron hechos conflictivos entre el Municipio y la empresa concesionaria, ni de ésta con los usuarios. Por lo tanto, se afirmó que la empresa prestó un buen servicio, con unidades que fueron renovando a lo largo de los años, habiendo mejorado la antigüedad de las mismas; que es una empresa de capitales locales haciéndose cargo de una prestación de servicio cuando el llamado de licitación se declaró desierto por falta de oferentes, asumiendo un importante compromiso, el cual estuvo a las alturas de las exigencias del momento. También cabe destacar que sus directivos siempre han sido permeables cuando el Municipio solicitó mejorar las frecuencias o los recorridos del transporte”, menciona la ordenanza.

Finalmente el 29 de junio del 2010, El Concejo Deliberante autorizó al Poder Ejecutivo Municipal extender el plazo de duración de la concesión de servicio público del transporte colectivo de personas de General Roca por 8 años, siendo la fecha de finalización del mismo el 4 de enero del 2018, manteniendo la opción de prórroga del Municipio por 2 años más.

El transporte público urbano de pasajeros en colectivo es una actividad esencial al funcionamiento de las ciudades. La Empresa 18 de Mayo de transporte urbano de pasajeros, es un número o un nombre más de la lista interminable de compañías a nivel nacional que en los últimos años han sufrido una crisis económica negativa. Sin embargo, el 3 de enero del 2018 con una expectativa latente a la realidad crítica que se estaba viviendo y bajo la ordenanza de Fondo 4593/10 y el expediente Nº411665/17, dicha empresa presentó a la Municipalidad de General Roca el plazo de la prórroga de la concesión por 2 años más. En dicha ordenanza se menciona que la Empresa hizo una fuerte inversión en el servicio de transporte y asumía cualquier compromiso financiero que exceda el período de concesión otorgado. Finalmente, el intendente Municipal de aquel momento Martín Soria aceptó extender por 2 años consecutivos el contrato a la empresa 18 de Mayo, con finalización el 4 de enero del 2020.

A pesar que la Empresa venía acarreando meses críticos y que los números en cuanto al salario y la estabilidad estaban en rojo, el único objetivo de firmar nuevamente la concesión fue “que juntos enfrentamos y salimos de peores situaciones”, según los testimonios recabados entre el personal. El 18 de marzo de este año, y como es de público conocimiento, se pactó a nivel nacional comenzar el aislamiento social, preventivo y obligatorio para poder frenar esta pandemia que ya había ingresado a territorio argentino, y lamentablemente, también hubo casos positivos a nivel local. Lo que sucedió a partir de ese mes a la actualidad, lo padecen los usuarios fieles del transporte en la ciudad, y sobre todo, los únicos protagonistas de esta historia: el personal del servicio del transporte de la Empresa 18 de Mayo.

Breve recorrido por las concesiones otorgadas a la Empresa 18 de Mayo

OPINIONES ENCONTRADAS

“No se lo tomaron como algo realmente serio”

A nivel legislativo, en la ciudad de General Roca, el tema se trató en el Concejo Deliberante a finales del 2019. En esta sesión extraordinaria, el orden del día trabajó la licitación para la concesión del servicio del transporte público. La única empresa transportista que participó fue 18 de Mayo, quien era la prestadora vigente.

“No tuvimos mucho tiempo para poder analizar la ordenanza. Es realmente muy grande para poder trabajarla en pocos días con navidad de por medio. Uno hubiese querido darle un estudio más crítico, con algún contador o con algún abogado. Aún así, nos reunimos con el bloque en el Consejo. Estuvimos trabajando y todo lo que se pudo sacar de ahí fue lo más puro que se pudo hacer”, argumentó el concejal Gustavo Maida.

Además, dentro de las críticas que esbozó el edil, destaca que la última ordenanza que se firmó anteriormente fue en el 2012. Tras ocho años de concesión, el contrato se venció y continuaron mediante dos prórrogas. Intentando demostrar que el Municipio, en su gestión anterior, tampoco intentó resolver esto, remarca que existió una prórroga al 4 de enero del 2020 y días antes de que asumieron los nuevos concejales elegidos por el voto popular, volvieron a prorrogar ese vencimiento a Abril del 2020.

“El problema viene desde antes, no nació el 27 de Diciembre del 2019 con la firma de esta ordenanza. Si hacemos memoria en junio o julio del año pasado, ya hubo conflictos, paros y los empleados estuvieron mucho tiempo en las dársenas reclamando por su sueldo”, manifestó Gustavo Maida, concejal de Juntos Somos Río Negro (JSRN).

La ordenanza que trató el Concejo Deliberante a fines del año pasado fue votada positivamente, en general, por la totalidad del órgano colegiado. Sin embargo, las tres bancas que ocupa JSRN, desde el bloque opositor al gobierno municipal de María Emilia Soria, se abstuvo en varios puntos particulares. Uno de ellos fue el artículo 2, donde se le dio al Poder Ejecutivo, amplio espectro de poder modificar cualquier ítem, incluso llamar a una nueva licitación sin consultar en el Concejo. “Esto nos pareció muy mal, teniendo en cuenta que nosotros tenemos la predisposición de poder trabajar en conjunto. También hubo artículos que estaban correctos, como el artículo 27 donde se exigía a cualquier empresa que venga tome a la planta de empleados de la empresa actual (18 de Mayo)” explicó Maida.

Es el Municipio quién tiene el poder adquisitivo para solucionar el conflicto incluso con el apoyo de la oposición dentro del Concejo. “Es necesario dejar de lado la política para buscarle una solución por un lado a los usuarios, y por otro a estas casi 82 familias (trabajadores) que están a la deriva hace mucho tiempo”.

Protesta frente al taller de 18 de Mayo

Al momento de plantear soluciones son varias las cartas arrojadas a la mesa. El Ejecutivo cerró el 2019 con más de 400 millones de pesos en plazo fijo. Al consultarle sobre las posibles propuestas para ponerle fin al tema, Maida manifestó que soluciones hay muchísimas, entre ellas las variables pueden ser: reflotar la misma empresa, estatizar el servicio con colectivos municipales, o gradualmente, traer una empresa de afuera intentando que tome a todos los empleados existentes. “Puede ser una solución más cara que otra, una más rápida que otra. Teniendo las ganas, la capacidad de dialogar y el dinero para poder resolverlo, la solución está a la vuelta de la esquina”.

“Los tiempos corren y la gente de Roca no puede seguir sin transporte”

El Municipio de General Roca es una de las partes responsables de la situación que se está atravesando en torno al servicio público de pasajeros. Es que, a partir de lo que establece la Carta Orgánica, el Ejecutivo municipal decide y concede el poder a la empresa que se encargue de proveer el transporte urbano. “Sabemos bien que el Estado es el responsable de dar el servicio público de pasajeros, por lo tanto, María Emilia está muy preocupada por este tema. Ella quiere, cualquiera sea la medida a tomar, que no queden afuera los trabajadores. Eso es lo más importante de esto, tenemos que destacarlo”, expresó Juan Mercado, uno de los concejales oficialistas de la ciudad.

Juan Mercado, concejal del bloque oficialista Frente Para la Victoria.

El viernes 3 de julio, María Emilia Soria, intendenta de la localidad, tuvo la oportunidad de presentarse personalmente con los trabajadores de la empresa y proponiendo como manifiesto dos posibles salidas: “una es aceptar una empresa privada que tomaría a la mayoría de los trabajadores y el resto se le buscaría otra salida. Si aceptan los demás empleados pasarían al municipio para cumplir el rol de choferes, mecánicos y chapistas; y la otra salida, sería que los mismos empleados de la ex empresa contratista, se organicen para formar una cooperativa de trabajo”, argumentó el concejal. Intentando aclarar lo dicho, en primer término, la empresa nueva en la localidad los contrataría sin antigüedad alguna, pero los trabajadores tienen el derecho de realizarle un juicio a la 18 de Mayo para cobrar su propia indemnización.

Más allá de las diferencias partidarias, la incertidumbre de la situación continúa hasta hoy habiendo pasado mas de 65 días. No hay nada definido todavía, simplemente son ideas y propuestas que se manejan en las asambleas diarias que mantienen los operarios de la empresa que hace poco recorrió las calles de la localidad. “Si bien no hay demasiado apuro (para destrabar el conflicto), tampoco tiene que ser eterno porque los vecinos están sufriendo la falta de colectivos”, añadió el edil Mercado.

Sin dudas, para los trabajadores el hecho de no saber qué hacer, no saber cuál es la salida más pronta y clara, teniendo en cuenta que son muchos años de aportes, que es el futuro de ellos y de su trabajo, es entendible la situación incierta que están atravesando. Aún así, desde el bloque que representa al gobierno municipal de Soria en el Concejo Deliberante, siguen aguardando la decisión final de los trabajadores.”Vamos a estar presente y vamos a apoyar en todo lo que sea necesario. Es un compromiso que tenemos, no los vamos a dejar a pata”, aseveró el concejal del Frente Para la Victoria.

“Cualquiera sea la decisión de los trabajadores, el Municipio pondría los mecanismos para que se comience lo antes posible, al menos, con algunas frecuencias en los barrios”

¿Y LOS EMPRESARIOS? ¿Y EL GREMIO? ¿Y LOS REPRESENTANTES?

“Si esto fuera un ámbito normal, la situación la discutimos, negociamos y arreglamos con los trabajadores. Pero en este contexto no podemos porque no sube nadie a los colectivos. La recaudación bajó de un 4% a prácticamente 0” Mario Castillo

Si nos trasladamos a las fuentes de medios periodísticos, son pocas las veces que los empresarios de la Empresa 18 de Mayo salieron a plantear sus discursos representativos y las aclaraciones de los hechos. Mario Castillo (uno de los dueños de la contratista), en comunicación telefónica con el programa radial “el Mañanero”, transmitido por Radio Frecuencia Urbana y Radio Estación 10, manifestó que la relación empresario-empleado siempre fue buena y llevadera. “Lamentablemente el 20 de marzo se declaró a nivel nacional la situación de pandemia, dejando así muchas empresas y comercios cerrados, incluso el transporte que ya venía atravesando momentos de crisis. Todo el mundo pensó que duraría 10 días. Y ahí, junto con mi socio, nos dimos cuenta que tarde o temprano aparecerían los problemas: esos 10 días se fueron a 90 y hoy en día no se si pueden ser 90 más”, explicó el empresario.

Con la implementación del aislamiento social, preventivo y obligatorio sumado a las diversas medidas que se han tomado con los rubros esenciales tanto a nivel nacional, provincial como local, el volumen de pasajeros se redujo en un gran porcentaje. A esto, hay que sumarle que de cuatro pasajeros transportados, uno siempre pertenecía a un trabajo esencial, por ende, no abona el servicio. “Si contábamos con una recaudación de $10mil hoy por hoy pasarían a ser $50. Era inviable firmar nuevamente ese contrato”, argumentó Mario Castillo.

Otro tema planteado es ¿qué sucede con los subsidios que la empresa recibe? La situación del transporte es insostenible para la totalidad del territorio argentino, a excepción de la región del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Castillo explicó que de cada $100 que sale de subsidio por parte de Nación, $91 se dirigen a la zona del Gran Buenos Aires y los $9 restantes, injustamente, al resto del país. Sin embargo con lo poco recibido “si no hubiese subsidio el precio del boleto de hoy sería de $100. Pero como consecuencia, nadie subiría al colectivo”, relató.

Hoy en día, el sostenimiento del transporte pasó a ser un rubro muy complicado debido a la crisis nacional y mundial que se está padeciendo. Pero pese a los números negativos siempre se busca una respuesta optimista: “Acá no hay que buscar culpables acá hay que buscar soluciones. Esto se nos fue de las manos y no hay animosidad de perjudicar a nadie. El empleado quiere salir a laburar, es lo que ama, es su pasión y es lo que sabe hacer. Sino lo hará con un colectivo nuestro lo hará con otra empresa”, finalizó.

“Nosotros vamos a pelear hasta lo último”

Otro de los sectores políticos involucrados en el conflicto de los trabajadores de 18 de Mayo, es el sindicato Unión Tranviarios del Automotor (UTA). Este gremio nuclea a la totalidad de los trabajadores que actualmente se encuentran luchando por sus puestos laborales. “La pandemia afectó el flujo de gente que se manejaba antes. Venimos de una recesión de los últimos cuatro años, sumado a una pandemia que nadie sabe cuando va a terminar ni cuando se van a reiniciar las actividades y una economía devastada. El empleado común, el hombre de a pie, los conductores, la gente de técnica y administrativos, tienen un atraso de 4 años en sus haberes. Por lo tanto, venimos mal”, señaló Ceferino Fernández, Secretario de Acción Social de UTA.

Los empleados de la ex empresa contratista del servicio público de pasajeros se reúnen diariamente en las dársenas, ubicadas en calle 25 de Mayo e Italia, del centro de la ciudad. Es ahí, donde se convocan todas las mañanas, para poder realizar asambleas de carácter informativas como también deliberativas, estando el gremio presente para recibir, asesorar y acompañar a sus representados en las decisiones que decidan tomar.

Postal de una de las tantas asambleas diarias de los trabajadores de 18 de Mayo

Entre los reclamos que se exigen, se encuentran tanto los puestos laborales -de futuro incierto- y las deudas que la empresa 18 de Mayo mantiene con cada empleado, que incluyen: salarios adeudados (parte de mayo, totalidad de junio), sumas no remunerativas, aumentos salariales (de diciembre) y el salario anual complementario (SAC). “La empresa tiene una deuda que asciende a más de 7,5 millones de pesos. Los haberes de mayo y junio no se han cancelado (excepto un adelanto que vino por subsidio). En abril entregaron plata a cuenta. Febrero y marzo tienen algunos ítems sin cobrar. Entonces son aproximadamente 100 mil pesos de deuda a cada operario”, aseguró el gremialista.

En cuanto a la postura política que asumen desde UTA para poder destrabar el conflicto, no consideran ninguna opción que deje sin su puesto laboral a ninguno de los trabajadores que se encuentran bajo esta organización gremial. “El sindicato va a luchar a capa y espada, y hasta último momento, para que la mayoría del personal sea absorbido con su antigüedad. Dado que en los pliegos licitatorios no consta legalmente que una empresa venga y tenga que tomarte si o si, con tus años de servicio, sería un logro que tomaran la mayor cantidad de personal con su antigüedad; pero que la empresa que se va no evada su responsabilidad porque aún le queda un patrimonio”, declaró el sindicalista Fernández.

Además, desde la entidad que representa a estos 73 operarios, comentaron que están convencidos que se tiene que trabajar a partir de lo social, pese a las duras circunstancias que están atravesando. “La obra social se le va a sostener hasta donde más se pueda. Nosotros estamos haciendo un trabajo social. Ahora los puestos de trabajos son primordiales. Nosotros estamos dispuestos a recibir cualquier tipo de ayudas tanto de nivel provincial, municipal o nacional”, esgrimió el representante del gremio.

“Siempre, en toda guerra, hay soldados que se caen. Nosotros queremos que sean los menos. Y sino, tratar de acomodarlos en alguna otra empresa. Algo vamos a tener que hacer alternativamente”.

LA VOZ DE LOS PROTAGONISTAS

Treinta colectivos recorrían la ciudad en las casi once líneas fijas. Veintitrés kilómetros es el recorrido más largo que realiza un colectivo, uniendo el centro con Paso Córdoba. Cincuenta y seis, hasta el día de hoy, es el número de los días que lleva paralizado un rubro que es, por demás decirlo, fundamental en una ciudad que nuclea aproximadamente 120 mil habitantes. Y, lamentablemente, setenta y tres es el número exacto de los trabajadores que integra la ex-empresa contratista 18 de Mayo que constituyó 18 años recorriendo las calles de Roca, trasladando a más de 10 mil ciudadanos a sus trabajos, escuelas, hogares y lugares turísticos. Muchas historias vividas…

“Es complicado y es duro. Todo esto por malas administraciones y por caprichos, que nos llevaron a una situación de mierda que no se las deseo a nadie”.

Llevo casi 17 años en la Empresa, prácticamente toda una vida. La mayor parte del tiempo soy personal de conducción, es decir, chófer.
Y también he cumplido la tarea de Jefe de Tráfico (quién está a cargo de los chóferes y distribuye las unidades a sus respectivas líneas).

Es la primera vez, en todo este tiempo, que hemos sufrido un conflicto de esta magnitud. Lamentablemente somos más de 73 trabajadores que la estamos pasando muy mal desde el punto de vista que se lo mire. Hemos sufrido en muchas ocasiones atrasos salariales, pero ahora, prácticamente estamos sin nuestra fuente laboral. No existe más, no la tenemos más.

En particular estoy atravesando una mezcla de bronca, fastidio e incertidumbre porque no se avizora una solución de poder contar con un trabajo en un futuro cercano.

Mario Meza, conductor de 18 de Mayo.

Como grupo y como compañeros estamos todos unidos. Entre nosotros mismos tratamos de apoyarnos y darle la vuelta a la situación, de tirar todos para el mismo lado. Aunque por ahí, mirás para el costado y te das cuenta que uno está más caído que otro, pero tratamos de darnos ánimos entre nosotros. Otra no nos queda.

El acompañamiento del usuario, el que habitualmente usa el transporte público es total y se hace sentir. Sobre todo el del pasajero, el que viaja todos los días en colectivo, el que está acostumbrado a ir y venir, la mamá que tiene a sus chicos que viajan en colectivo, aquella persona que tiene a su mamá y a su papá que viajan en colectivo, los mismos estudiantes.

Hemos recibido, también, el acompañamiento de particulares o dueños de empresas que nunca esperábamos que nos acompañarán de esta manera. Han sido muy solidarios con nosotros, nos han acompañado del primer momento.

Gestos solidarios en apoyo a los trabajadores que se encuentran sin sus puestos laborales

“Tenemos ese apoyo que es incondicional y que se siente”.

Obviamente que podemos tener diferencias o no pensar lo mismo con un pasajero, pero eso no implica que nos faltemos el respeto.

Se ve muy reflejada esta situación en los comentarios de las redes sociales o de los diarios digitales. Yo no he leído un solo comentario que esté en contra nuestra por reclamar lo que nos corresponde.

Estamos defendiendo nuestra fuente laboral y el salario. Estamos muy tranquilos y yo muy particularmente lo estoy, porque nosotros dimos todo. Todo lo que estaba a nuestro alcance y se ve reflejado en los comentarios. No queremos nada regalado. Nosotros trabajamos y no nos cumplieron. Es muy sencillo. Tengo una familia atrás compuesta por seis personas y estoy reclamando lo que me corresponde. Ni más ni menos.

Marcha de los operarios de 18 de Mayo hacia el Municipio de Roca. (Gentileza: Walter Campos)

Como trabajadores le estamos pidiendo al poder concedente (el Municipio) que nos tenga en cuenta para la nueva empresa que venga a tomar el servicio en Roca y que seamos incluidos como trabajadores.

Y le estamos pidiendo a la empresa, a la cual pertenecíamos, que se haga cargo de nuestras indemnizaciones, salarios y deudas. Si bien no tenemos ningún telegrama de despido ya fue desadjudicada a prestar el servicio en Roca. Los dueños no han demostrado, lamentablemente, después de haber pasado tanto tiempo en la Empresa, voluntad alguna de cómo van a arreglar el conflicto, cómo van a pagar la deuda y cómo van a pagar los sueldos que nos deben. No hemos recibido respuesta alguna. Creo que lamentablemente se va a llegar a la acción legal.

En caso que no lleguemos a ninguna solución, estamos nucleados bajo el Gremio de UTA con un secretario general, con un cuerpo de delegados elegidos por los propios trabajadores y nuestro asesor legal, para llevar a cabo todo tipo de asesoramiento que hace falta en estas ocasiones.

Hemos tenido diálogo con distintos partidos políticos que se han interiorizado con la situación, pero hoy nos debemos a buscar las respuestas en el Municipio donde lo único que le pedimos, es ser incluídos en la nueva empresa que venga a prestar servicio a Roca. Hoy por hoy es muy difícil que suceda, lo sabemos, y no es viable por el hecho que estamos viviendo.

Desde lo económico estoy pasando una situación difícil: se complica mucho porque las boletas siguen llegando, porque en casa somos seis bocas para alimentar, porque no tenemos la misma entrada cuando estaba todo bien, porque tenemos que ahorrar mucho, fijarnos en qué vamos a gastar y fundamentalmente, necesitamos achicar gastos de todos lados.

“Tenes que decir: ‘Si tenes esta cantidad de plata ¿qué me alcanza? ¿qué pago? ¿qué boleta?’. Tirás las boletas arriba de la mesa y haces un tateti.”

Y anímicamente tenes de todo: de llorar por bronca, de preguntarte porqué te pasa esto a vos, de decir “si yo hice las cosas bien”, “¿por qué no me reconocieron todo lo que hice en este tiempo?”. Es muy difícil a veces sentarse en la mesa a comer con tus hijos y tener que explicarles esta situación. Es muy duro.

Pero hay que tratar de ser fuerte, por la familia, porque atrás de cada uno de nosotros hay una familia. A veces sacás fuerzas de dónde no hay y tenés que seguir adelante únicamente por ellos. Es así, lamentable la realidad que nos toca vivir.

No solamente a mi. Hay chicos que están en una situación peor que yo, que los han desalojado, que les han cortado el gas y la luz. Es complicado y es duro, lo vuelvo a decir. Y todo esto ¿saben por qué? Por malas administraciones, por caprichos, que nos llevaron a una situación de mierda que no se las deseo a nadie.

Yo extraño mucho ir a trabajar. Uno se acostumbra al pasajero de todos los días y existe esa buena relación con ellos. Te lo hacen sentir: el pasajero, a su vez, te extraña a vos. El día que el pasajero se acostumbró a vos, a verte a todos los días, el día que no estás o tenes franco, yo se que ese pasajero está preocupado. Se crea un ida y vuelta muy lindo, espectacular.

Tengo 17 años en la empresa y muchas anécdotas que contar. Me pasó un día en la línea de Barrio Nuevo — IPPV. Es una línea que mueve muchísima gente y la más importante en Roca. Subió una señora en Barrio Nuevo con cinco chiquitos de 3, 5, 7 años aproximadamente a las 9 de la mañana. Y cuando bajó en la terminal que actualmente son las dársenas, se olvidó uno de los nenes en el colectivo. Al haberse quedado dormido en el asiento del colectivo, al salir para el otro recorrido (IPPV), mire por el espejo y no había nadie. El colectivo iba vacío. No lo ví nunca por la altura de los asientos. Llegando a IPPV me di cuenta que venían motos, patrulleros, policías por todos lados. En ese momento pensé que no era para mí porque volví a mirar por el espejo y yo venía vacío.

La señora se bajó en el centro, hizo media cuadra, pasó por la comisaría y se dio cuenta que le faltaba un nene que había quedado en el colectivo. Al volver, ya me había ido. A partir de acá, se montó todo un operativo policial terrible que nadie entendía nada en el barrio. Hasta pensé que había rozado un auto por la grandeza del vehículo que es común y corriente para el que está todo el día en la calle. Me detengo con el colectivo, subió la policía por la puerta de atrás, por la puerta de adelante y yo no entendía nada.

— ¿No quedó un nene acá? — Me preguntaron.

— ¿Un nene? No la verdad que no — les respondí.

Se sube el policía por la parte de atrás y se da cuenta que estaba el nene durmiendo. El chiquito no entendía nada. Pero no sólo eso sino que el policía lo agarró y siguió durmiendo plácidamente.

Como he pasado cosas muy lindas, también he pasado cosas no muy agradables. En la calle el chófer de colectivo es testigo de accidentes, de robos y de lo que te imagines. Cuando un chófer tiene un recorrido fijo que lo hace durante 8/10 horas todos los días, uno conoce hasta el perro que está echado en la vereda, sabemos si están o no están en la casa por ver la bicicleta o por ver el auto. Pero también sabemos cuando hay gente en tu casa que no es de tu casa, porque hay una moto o un auto que no es de ahí. Algún movimiento raro hay.

Es un oficio que tiene sus cosas lindas: el trato de la gente, el ida y vuelta. Esperemos que se solucione pronto nuestra situación, que es lo que mejor queremos y anhelamos todos. Que una vez por todas volvamos a estar donde nos merecemos que es estar trabajando, y no reclamando en las dársenas o en la puerta del Municipio o en la puerta de una empresa.

Nosotros queremos estar arriba de un colectivo que es lo sabemos hacer: llevar pasajeros.

MARIO MEZA, personal de conducción de la ex Empresa 18 de Mayo.

“Todos nosotros somos gente de laburo”

Legalmente hace 28 años que trabajo en la empresa. El año que viene cumpliría los 55 años, así que estaría en condiciones de jubilarme.

En estos 30 años, primero fui chofer escolar: estando casi 14 años yendo a Cervantes y Colonia Fátima.

Cuando no había clases hacía líneas, que en ese tiempo eran solo tres: Paso Córdoba, Paissanidis y Mosconi, o a veces íbamos a los galpones; pero la mayor parte del tiempo la pasé yendo a las escuelas, entre ellas: la 57 y la 31. También fui conductor en secundarios.

Después estuve en el pañol (responsable del stock de repuestos y herramientas), hasta que un día me llamaron y me dijeron “Santiago, vos vas a hacerte cargo de los escolares”. Desde ese entonces estuve 12 años más. Sacando bien la cuenta, estuve casi 27 años entre pañol y el servicio contratado (servicio escolar).

En los últimos tiempos estuve en ventas de boletos y tarjetas. Pero eso no quitaba que si falta alguien de tráfico yo pudiera ocupar ese lugar porque ya sabía realizar esas tareas.

Hay algo que toda persona que ha estado tantos años en un solo lugar te puede llegar a decir en estos momentos. Duele la situación porque yo me considero parte de esa familia, que en un momento fue la 18 de Mayo, y en los últimos años, esa familia se rompió.

Tengo mucho apoyo de “mis chicos” como les digo yo. Diariamente me llegan mensajes de quienes yo llevaba al colegio, que hoy son papás, y algunos hasta son abuelos. Siempre están apoyándome y dándome aliento. Eso es gratificante porque si me pasa esto, quiere decir que hice las cosas bien.

Hoy en la situación que estoy con un futuro incierto, es triste y lamentable. Hay muchos factores que influyen. Yo tengo una familia atrás que me apoya, que está todo el dia conmigo, pero yo quiero traerles el sustento a la casa. Ahora nos mantenemos en base a subsidios, donaciones de empresas y cooperativas de acá de la zona. No es la forma de ganarse el sustento. Por eso es triste.

Somos 73 compañeros y te puedo asegurar todos son amigos. Con algunos de ellos vivimos las épocas malas y las épocas buenas, pero siempre salimos a flote y hoy parece que no hay salida.

En lo personal, no estoy de acuerdo con una cooperativa. No por una cuestión de ponerme de un lado o del otro, sino porque hay que ser realistas. Estamos en un periodo de pandemia donde somos 73 trabajadores, tenemos que poner 6 colectivos en la calle y vamos a salir a trabajar entre 13 y 14 muchachos por día y los otros vamos a estar mirando a ver qué pasa. Es duro empezar de cero con algo que no tenemos realmente. Soy más partidario de que venga otra empresa y absorba a los trabajadores.

Estoy viviendo una situación muy dolorosa. Son muchos años los que tengo en la empresa, donde hubo muy malos manejos, pero esa es otra parte de la historia.

A nivel económico, me encuentro subsistiendo. Tengo dos hijos que trabajan y gracias a Dios, me pueden dar una mano. Pese a esto, he dejado de pagar muchas cosas. Cualquier dinero que llega, va directamente a pagar tarjetas vencidas y a servicios vencidos. Tengo otros dos hijos en edad de secundario, por eso no me puedo dar el lujo de no pagarles internet porque ellos lo están necesitando realmente. Se hace todo muy engorroso.

“Todos los días nos levantamos pensando ‘¿de dónde voy a sacar plata para pagar esto?‘, ‘llegan las tarjetas al buzón y hay que comer‘. Hemos dejado de lado cosas no tan básicas, pero creo que no nos merecemos haber trabajado tantos años y vivir así”.

Uno quiere progresar, cambiar el auto. De hecho, yo hace 12 años que tengo el mismo auto y no me hago problema. Lo que sí me importa es que mis hijos tengan internet, que tengan un par de zapatillas y que tengan lo mínimo. Repito, estamos pasando una situación muy difícil a nivel económico.

La mejor solución es la que la mitad de mis compañeros quieren y la otra no. El otro día, la señora intendenta tiró la alternativa de que 40 trabajadores sean tomados por Pehuenche, 20 por la municipalidad y 11 que el municipio se haría cargo de jubilarnos. Para mi esta es la mejor opción. Venga quien venga. Más aún en un contexto de pandemia donde nadie quiere agarrar el fierro caliente.

Respeto la decisión de mis compañeros que quieren formar una cooperativa. Yo fui uno de los primeros a los que vinieron a ver para formarla. Pero yo, pensandolo friamente y con la edad que tengo, no estoy dispuesto a arrancar de cero. Yo tengo 28 años de trabajo para una eventual indemnización. No voy a poner en la balanza esa cantidad de dinero por un compañero que hace dos años que está. No es por ser egoísta, pero no voy a poner mi dinero y después me voy a pelear por realizar otras tareas que no me corresponden por ser chofer: como cambiar gomas. Eso ya lo vivi. Ya pase la etapa de lavar colectivos con frío, con calor, con heladas, a rayo de sol, preparando los colectivos para salir a trabajar. Porque antes éramos choferes con todas las letras.

Éramos de la vieja escuela, no es por desmerecer a nadie pero hoy tienen el carnet psicofísico y yo no lo tengo. Primero soy paciente de riesgo, porque tengo EPOC y presión arterial alta, con certificado médico. Segundo, yo me baje del colectivo porque sufría ataques de pánico y me mareaba, así que me readecuaron tareas.

En 28 años, desde el transporte, uno cosecha muchos amigos. Yo era el chofer de la escuela que pasaba por las chacras y todos los días llegaba a mi casa con un bolsón de manzanas, de membrillos o de duraznos. En mi casa nunca faltaba la fruta en esos tiempos.

El cariño de los chicos es algo muy lindo. Hoy hay personas que tienen 30 o 35 años, que las lleve desde jardín hasta el secundario. Tengo compañeros de trabajo que llevé al colegio o también a sus esposas. Ellos me envían siempre mensajes del día del padre o me saludan para mi cumpleaños.

Mirá hasta dónde llega la confianza que me tenían los papás de los nenes que llevaba, que un dia eran las siete de la tarde y los papás empezaron a llegar en bicicleta a una calle de chacra. Y ahí, encontraron a Santiago abajo con el colectivo estacionado, jugando a la pelota con los pibes. Yo me imaginé que los padres iban a llegar enojados. Todo lo contrario. Me dijeron “Ah, están con vos. Me quedo tranquilo” y nos quedamos jugando hasta las 7 y media.

También tengo mucha gente conocida de las chacras de Paso Córdoba, Paissanidis, de Mosconi o de la Rivera, que me esperaban para darme un dulce casero.

Nosotros somos de la época en que el colectivo de Paso Córdoba y el de Paissanidis pasaba por calle San Juan y el canalito. Desde ahí llevábamos gente que cargaba: desde bolsas de semitín, bolsas de papa, hasta perros, incluso una señora una vez cargó una caja con pollos para la chacra. Hoy no se puede, pero yo me quedo con esas épocas.

Nos queda tan poco para el final del recorrido, como decimos los que estamos por jubilarnos, y que se te pinche una goma a mil metros de llegar, es jodido. Pero Dios quiera que todo tenga una pronta solución y que todos tengan trabajo, que por hoy por hoy, es fundamental. Nosotros todos somos gente de laburo.

El otro dia tuvimos una reunión en el Municipio y la gente de la municipalidad tenía miedo de que vayamos con bombos. Y cuando salieron, nos agradecieron el comportamiento. Nosotros no queremos lío con nadie.

Reunión del Municipio de Roca con los operarios de 18 de Mayo en el Concejo Deliberante. (Foto: Municipio de Roca)

Hemos tenido nuestras discusiones entre compañeros y después salen a decir “se quebró el bloque de 18 de Mayo” y no es así. Hubo diferentes opiniones y se discutió muy fuerte solamente.

SANTIAGO STRADA, personal de conducción de la ex Empresa 18 de Mayo.

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HRSando
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Written by HRSando

Me dicen Sando. Soy estudiante de Comunicación Social. Lo personal es político

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